Es originario de Uruapan, Michoacán, pero desde hace treinta años vive en Tijuana, Baja California. Siempre aclara, para ahuyentar suspicacias, que entre esos territorios había un vínculo muy distante del estereotipo actual.

            A pesar de ser psicólogo, hasta bien entrada la madurez se dio cuenta que padece déficit de atención, aunque sin hiperactividad; es más procrastinador que emprendedor. Le gusta cultivar plantas, pero luego las descuida, por eso se inclina por los cactus.

            Nunca ha recibido becas ni galardones literarios, tampoco ha ocupado asientos en academias, consejos, sistemas nacionales, cónclaves ni jurados; pero insiste en escribir. Es autor del libro de cuentos A un paso de la muerte y más vivo que nunca y coautor en el volumen Tijuana entre letras, en el que participó con dos textos cortos.