Soneto sobre los versos que el poeta concibe en la cama justo antes de dormirse y que olvida en la mañana*
Por: Dan Russek
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Vete en la cama, inmerso en el proyecto
de enhebrar verso tras verso y escribir
en la mañana un poema perfecto.
A tu propósito arruina el dormir.
A primera hora el olvido y su efecto
todo destruye, artero, al diluir
en agua regia tu ritmo dilecto.
Deshace el rastro el tiempo en su fluir.
Ni tu ni nadie sabrán nunca nada
de tu imposible Kubla Kan privado.
Que este soneto sirva en su andanada
como advertencia de tu desacierto
y como un homenaje inmaculado
a lo perdido y jamás descubierto.
*”Tres sonetos de Dones del día. Noventa y seis sonetos de ocasión, de próxima aparición en Bonilla
Artigas Editores”.
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