Soneto al modo de una salmodia con obstinado sonsonete*
Por: Dan Russek
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Érase que se era una poesía
vivaz, airosa, llena de alegría,
pero dudando de su algarabía,
más de un lector suspicaz inquiría
si en tal poema poesía había:
si tanto verso simplón no sería
un decidido caso de ironía.
No un ritmo que la vida embellecía
sino un vil signo de chapucería
que disfrazaba mal su tontería.
No digáis que agotada su armonía,
de asuntos falta, se cayó la rima:
en la trampa del ripio caería
el poeta: jamás la Poesía.
*”Tres sonetos de Dones del día. Noventa y seis sonetos de ocasión, de próxima aparición en Bonilla
Artigas Editores”.
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