Manos sin fondo

El padre ama a la esposa. El niño y el padre compran anillos para llenar las manos vacías. Las manos ensortijadas pesan demasiado.
“Digresiones y desvaríos” es una columna de Mercedes Rodríguez Abascal, de contenidos exclusivos para Artefacto de Letras
El padre ama a la esposa. El niño y el padre compran anillos para llenar las manos vacías. Las manos ensortijadas pesan demasiado.
El desierto de los tártaros, bien podría ser parte del teatro del absurdo, pues, así como la Cantante calva de Ionesco no llega a cenar
Todos en el pueblo lo saben, nadie habla de ello. Mi madre es la amante de mi tío, que es a la vez mi padre. Yo le hablo de usted y le llamo padrino Eliseo. Es el hombre más rico y poderoso de la localidad. Su piel es morena rojiza, muy oscura, como entintado. De niña pensaba que iba a desteñirse con las gotas de lluvia.