Las rupturas
Por: Kyra Galván // de su libro La cuestión palpitante
Las rupturas
Se rompe y se divide
en dos o más fragmentos.
O se fracciona para no volverse a unir.
Las fracturas se guardan en el clóset
o se quedan grabadas en algún
gesto
en una fotografía,
o en las palabras impresas de un libro.
Las historias de amor se quebraron
como mariposa vieja
que respira flores
con dificultad.
No perduraron más que como
polvo.
Se guardaron mudas junto a las bufandas,
las plumas de chupamirto,
la pierna de la abuela Francisca
o el corsé de yeso de Frida.
Se anotaron con vaho
sobre los espejos,
con los recuerdos de diluvios
o desvelos.
El más fuerte de todos
fue la ruptura de la lengua.
El despojo de la palabra escrita
y la palabra hablada.
Fue la interrupción más tropezada
que se guardó bajo un sello especial
junto a los diarios
de las mujeres que bordan
historias con hilos plateados de locura.
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